Con la llegada del calor tienes que prestarle especial atención a la hidratación de tu cuerpo. Las altas temperaturas del verano hacen que sudes más de la cuenta y pierdas liquidos facilmente.
Es importante tomar mucha fruta fresca que aporte vitaminas y agua, como el melón o la sandía, beber varias veces al día y consumir alimentos variados y cargados de líquidos como gazpacho, sopas (frías), ensaladas, etc.