Después de un día de playa o piscina la piel de la cara suele estar irritada a causa del sol, el cloro o la sal. Una buena forma de hidratarla es a través de mascarillas hidratantes hechas a base de almendras.
Aprende a hacerlas:
– Compra almendras crudas y sin tostar
– Ponlas en un mortero y redúcelas a polvo
– Mézclalas con una cucharadita de yogurt
Una vez hecha, aplícatela en el rostro durante tres minutos y retírala con agua templada.
Ya verás como notarás tu cara más suave y sedosa.