Al igual que los otros tipos de vino, el rosado se elabora con uvas blancas y rojas, por lo que es rico en resveratrol. Por ello, esta bebida mantiene las propiedades anti-inflamatorias y el poder antioxidantes de los blancos o tintos.
El vino rosado es ideal para acompañar comidas como: Verduras, pastas, arroces, quesos suaves, tortillas, macedonia de frutas, carne de cerdo o pollo.